Comida de ensamble
Situado en el corazón de la República Mexicana, el estado de Querétaro cuenta con un extenso legado gastronómico. Combina las costumbres culinarias de los mexicanos prehistóricos con las aportaciones culinarias de Europa en el siglo XVI para crear una cocina mestiza que se distingue por una gran variedad de platos.
Árboles, cactus y frutos peculiares
La comida queretana se separa en varias regiones: el semidesierto queretano (donde se encuentra Tequisquiapan), cuyos ingredientes principales son las suculentas cactáceas como el nopal, que se utilizan en diversos guisos; la planta del maguey, de la que se extrae un aguamiel líquido que se fermenta para convertirse en pulque; y las biznagas, xoconostles y tunas, frutos con los que se elaboran compotas reales, dulces y mermeladas.
Las comunidades indígenas otomíes que han residido en esta zona han dependido del arbusto del mezquite para su sustento alimentario durante miles de años en épocas de escasez. Muelen y trituran las vainas para generar harina, con la que elaboran mezquitamal, un tipo de pan duro.
La singular cocina indígena
No hay que pasar por alto el papel que desempeñan los insectos en la cocina queretana. Por ejemplo, las tantarreas, u hormigas del mezquite, se asan en un comal y se machacan con chiles para crear una salsa; los escamoles, o larvas de hormigas de tierra, se cuecen al vapor con las flores de las cactáceas; y los gusanos de palmito, que pueden freírse en manteca o asarse, forman parte de la singular cocina indígena de la zona.
La agricultura de Tequisquiapan ha jugado un papel importante en el desarrollo de la cocina de la región en los últimos años, debido a la abundancia de frutas y verduras que se cultivan y se utilizan para crear deliciosas comidas.
